Llevamos ya catorce años de contracción económica, y nuestras perspectivas no lucen nada alentadoras. Ellos a pesar de haber usado numerosas herramientas más miles de millones en emisiones de bonos, ahora sin poder pagar, nada ha logrado reactivar la economía de Puerto Rico y los esfuerzos no han rendido los frutos anticipados. 

Un tema recurrente en el análisis de la economía de Puerto Rico ha sido su pobre desempeño desde hace, al menos, tres décadas y media. Durante ese período, la economía tuvo un crecimiento anual de alrededor del 2.0%, una cifra muy por debajo de los ritmos logrados por nuestros competidores y pares; algo que se refleja claramente al medir a Puerto Rico.

Joseph Schumpeter, un gran economista austriaco, acuñó la paradójica frase “creative destruction” para describir las fuerzas del mercado en su función de promover la innovación constante. Así pues, cuando nuestra realidad económica cambia, debemos centrarnos en fomentar nuevas industrias e iniciativas a fin de reactivar el motor económico. 

Llevamos mucho por años repartiendo las culpas de los problemas del país, que, si es culpa del gobierno, de las uniones o del sector privado en fin todos tenemos nuestra opinión, pero nadie asume la culpa.

El gran deterioro de Puerto Rico, desde el Huracán Maria, luego los terremotos y ahora la pandemia del COVID-19 que ha destruido miles de empresas y elimino de un golpe sobre 300,000 empleos de forma inmediata, algunos de forma temporal y otros de forma permanente.

Pero queda muy claro que el problema no está en los políticos, uniones o el sector privado el problema está en nosotros como pueblo. Si nosotros, Si los 3.2 millones de puertorriqueños.

• Somos de un país donde los periódicos jamás se venderán como en otros países porque no tenemos capacidad de pagar solo uno y dejar los demás allí.

• Somos de un país donde la gente se siente triunfar si se roban el agua, la luz y el cable.

• Somos de un país donde el hombre exitoso o el empresario es humillado y el tirador del punto es celebrado.

• Somos de un país donde el que trabaja duro y hace dinero es envidiado y llamado colmillu.

• Somos de un país donde todo es “Ay Bendito”.

• Somos de un país donde después de las 7:00 pm nos da pánico ir a la máquina de ATH.

• Somos de un país donde al poner la señal de pasar, aceleran los carros para no dar paso.

• Somos de un país donde el fraude a los beneficios del desempleo se ha convertido en un pasatiempo de todas las clases sociales.

• Somos de un país donde una parte significativa de la población no usa mascarilla y se comporta con un insensible sentido del derecho.

• Somos de un país donde el deterioro de nuestros valores se ve en la falta de honestidad, injusticia, intolerancia, irresponsabilidad, o egoísmo.

• Somos de un país donde se celebran las iniciativas en lugar de los resultados.

• Somos de un país donde no hay conciencia ni se fomenta la lectura.

• Somos de un país donde no se fomenta el ahorro, todo lo contrario, se fomenta el consumismo.

• Somos de un país donde la legislatura trabaja poco día, habla demasiado, gana como altos ejecutivos y se ha convertido un foco de corrupción Gubernamental.

• Somos de un país donde no se protege el medio ambiente tirando basura en las playas, creando vertederos clandestinos o papeles en las calles y cuando se tapan los desagües criticamos al gobierno por no limpiarlos.

• Somos de un país donde el derecho de paso es para el auto y no para el peatón.

• Somos de un país donde podemos ver a un anciano o una mujer embarazada y no cederles el asiento en una oficina, en la AMA, carro público o el tren urbano.

• Somos de un país donde muchas veces el bien común es ignorado por el bien individual.

• Somos de un país donde estamos llenos de faltas, pero preferimos criticar a los gobernantes   y políticos en vez que mirarnos a nosotros mismos. 

• Somos de un país donde nuestros mejores profesionales están emigrando.

• Somos de un país donde la ética y la moral escasean.

Por favor ya basta, Ya basta.

Llego el tiempo de negarnos a seguir los caminos y sendas existentes y abrir nosotros nuestras propias sendas y caminos.

Por ello es imperativo crear un dialogo permanente para unir al país en búsqueda del bien común. En búsqueda de la prosperidad, En búsqueda de las soluciones, en búsqueda de ofrecerle paz al pueblo y hacer crecer la lealtad en la patria. 

Para concluir, los invito a todos a buscar a los responsables de que puerto Rico se encuentre en el estado de deterioro económico y moral más grande de su historia y exigirles; Si exigirles que enmienden sus malos comportamientos y estoy seguro de que esta misma tarde los vamos a encontrar cuando nos miremos al espejo. 

Allí estarán no será necesario buscarlos en otro lado y les voy a exigir que me ayuda a hacer un Puerto Rico mejor.