El secretario de Estado, Larry Seilhamer, demostró que es un político desprendido y no fanático al reconocer que la estadidad “criolla” depende grandemente de la reconstrucción de Puerto Rico. Seilhamer señaló, que los Estados Unidos (EE.UU.), jamás aceptarán a un “quebra’o”. Seilhamer reconoce que el Congreso no va a considerar el estatus de Puerto Rico por culpa de la corrupción y la deuda.  Seilhamer tiene razón al decir que la transformación de la Isla comienza con alcanzar la justicia social para todos los boricuas.  

En este momento histórico, la estadidad no es un derecho humano, sino una quimera difícil de alcanzar. Muchos estadistas exigen la igualdad política y acceso a más programas federales para mitigar la pobreza, pero después de todos los desastres y la pandemia; los cupones, el desempleo y los estímulos económicos siguieron llegando a Puerto Rico. Todos sabemos que el problema mayor fue la corrupción y el mal manejo de los fondos federales que exacerbaron la pobreza en el país. Ahora con la administración de Biden, los fondos adicionales para la reconstrucción de Puerto Rico serán desembolsados más rápidamente comparado con la pasada administración republicana. Esto ayudará al país a estar bien montado para cuando el Congreso, en un futuro muy lejano, decida atender el estatus territorial.    

La semana pasada en una reunión de ayuntamiento en el distrito 11 de Manhattan, el líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer de Nueva York (NY), expresó nuevamente que no apoya ningún proyecto de estadidad para Puerto Rico. Enfatizó que la Isla no tiene ninguna oportunidad hasta que mejore sus condiciones económicas. Previamente, Schumer había expresado que los resultados del pasado referéndum de noviembre, que no fue avalado por el Congreso, no representaba un mandato absoluto. Schumer críticamente dijo, que la papeleta solamente incluía una sola opción y excluía otras opciones de estatus. Para Schumer, los resultados del referéndum solo demuestran lo divido que está Puerto Rico. Sabemos que los miembros del Congreso van a discutir la propuesta de las congresistas Nydia Velázquez y Alexandria Ocasio Cortez, pero solo será una discusión nula. La Comisionada residente otra vez quiere presentar otra propuesta de estadidad y todos sabemos que el nuevo Congreso hará caso omiso.  

El gobierno de Puerto Rico no puede enfocarse en la estadidad, cuando hay un pueblo sufriendo después de los estragos de los huracanes, terremotos, pandemia y la corrupción de los gobiernos. La estadidad no trae una barita mágica para erradicar todos los problemas que aquejan al pueblo. Por ejemplo, las minorías de los EE.UU. aún siguen luchando por la igualdad de derechos y justicia social. Estos ciudadanos estadounidenses votan por un presidente, pero aún siguen viviendo como ciudadanos de segunda clase. Solo tenemos que mirar lo que pasa en Louisiana y Mississippi para conocer las desigualdades económicas que existen dentro de los EE.UU. . Por último, Seilhamer entiende lo que tiene que hacer para reconstruir a Puerto Rico y además demuestra que no es un político fanático. Seilhamer debe ser evaluado por sus méritos y no por el partidismo y el fanatismo.