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El Foro de Puerto Rico

Monday, 23 de August de 2021 - 11:12 AM

Reciclaje y Reutilización piezas claves para combatir el cambio climático

El mundo del siglo XIX tenía un sentido de la frugalidad, conservación y reciclaje que de alguna manera hemos perdido. No había contenedores azules ni verdes, pero el mundo reciclaba casi cuatro veces más que hoy, desde metal, vidrio, papel, tapones o trapos. Era común ver pantalones con parchos en la ropa de la gente, también era común pintar las camisas para darle nueva vida al igual que era muy común pasar la ropa a los hermanos, primos entre otros.

Avancemos hasta los años 70, cuando yo crecía, mis hermanos y yo crecimos en la Urbanización Buena Vista de Ponce en la calle A para ser exactos. Una casa hermosa de dos pisos con una amplia terraza en el segundo piso que miraba al parque que había frente a la casa que contaba con el usual parque de pelota y una buena cacha de baloncesto ambas con luces. En esa época había cientos de niños de todas las edades, por lo que era usual hacer juegos de pelota o baloncesto dependiendo de la temporada y siempre había mucha mas gente que la necesaria para armar los equipos. De esa época tengo docenas de amigos que aún hoy estamos en contacto, amigos de toda una vida.

De esa época, si recogías una botella de refresco, te devolvían cinco centavos, por lo que era habitual que los niños las recolectábamos estas botellas por el premio de los cinco centavos. Fue mas de una ocasión que hubo que recoger suficientes botellas para llevarlas al Supermercado Bernardo que era el mas cercano a pie o en bicicleta para cambiar las botellas por dinero.  Al conseguir los $3.00 que hacían falta para comprar las dos bolas Wilson A1010, íbamos entonces a Wally’s Sport Shop en Centro del Sur Shopping center a buscarlas y de ahí a jugar hasta que nos llamaban a cenar.

Siempre en todas las casas se guardaba madera, metales y muchas otras cosas que usábamos para confeccionar todo tipo de inventos. Recuerdo una ocasión donde nos juntamos Kiko Negrón, Juan González, Edgardo Burdón, los hermanos Cummings, los hermanos Ayala, los hermanos Vendrell, los hermanos Hernández y mis hermanos entre otros para construir y correr mas de una docena de carritos de madera con ruedas de cajas de bola que las vendían en Rafael Benítez-Carrillo, Inc.  y algunas otras piezas que nos trajimos de los almacenes de las empresas Tito Castro de mi abuelo o de Luis Ayala Colón que eran ambos nuestros suplidores de inventos. Debimos estar mas de dos semanas entre construir, probar, pintar y correr esos carritos por toda la Urbanización. 

Ese enorme sentido de guardar para uso futuro y de reciclaje que ya lo teníamos innato en nuestra generación de pronto en el umbral del los años 80 despareció cuando hicieron su entrada las latas de aluminio y los productos desechables de plástico.  

Imagínense que había un negocio de reciclaje de pañales de tela de bebe se llamaba Baby King Daiper y cuando nació mi hermano menor en 1972, de pronto, cada tres días se llevaban la bolsa de pañales usados y dejaban un bolsa con pañales nuevos

Otro de esos oficios que ya ha desaparecido es el de lechero de casa en casa.  El lechero era el canal de distribución de la leche fresca y otra serie de productos directamente a la puerta de tu casa, y todas las botellas de vidrio ya vacías se devolvían por 5 centavos, otro gran ejemplo de reciclaje que ocurría naturalmente, esto también se perdió cuando comenzaron a empacar la leche en litros de cartón. 

El sentido de la reutilización de todo tipo de cosas era habitual y prevalecía cuando crecíamos, lo sustituimos por todo tipo de articulo no reusable que terminaba en los vertederos.  Además, en los años 70, fue aquella campaña publicitaria famosa llamada “Keep America Beautiful”, en la que aparecía un indio americano llorando por como estábamos tratando el ambiente. Esta campaña no sólo se hizo muy famosa, sino que fue el primer llamado a la acción de proteger el ambiente y reciclar en la historia de Estados Unidos.

Una campaña similar surgió en Puerto Rico encabezada por el empresario y amigo Don Diego Suárez (que en paz descanse), en este entonces Principal Oficial Ejecutivo de V. Suárez & Co; que iniciaron la campaña se llamó “Enceste” la basura.  Haciendo un llamada a todos a proteger el ambiente, la campaña fue súper efectiva, pegajosa e inicio una concientización sobre lo importante que es echar la basura en su lugar correcto.  

La gran pregunta es qué nos pasó con un mundo que estaba tan concientizado con la reutilización de materiales y el reciclaje incluso antes de que se popularizara. 

Hoy en día existen varias iniciativas importantes en Puerto Rico para recoger la basura en las playas, parques, locales e intentar reavivar el modo de reciclaje tan necesario en nuestra isla. Tal es el caso de Basura Zero, una organización 501 (c) (3), que promueve y motiva a la sociedad puertorriqueña a dirigir sus esfuerzos hacia la reducción, reparación, recuperación y rediseño de residuos. La organización busca convertir a Puerto Rico en el primer modelo de isla caribeña hacia una economía circular y sostenible.

Si bien este es un esfuerzo encomiable, necesitamos una completa participación de todos los ciudadanos de Puerto Rico para crear el cambio en el que honestamente podemos creer, duradero y efectivo. 

¿Algunos se preguntarán si todo esto es relevante para usted?

Al revisar el más reciente Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), los científicos más importantes del mundo han documentado severos cambios en el clima de la Tierra en todas las regiones y en todo el ecosistema mundial.  La mayoría de los cambios que se están produciendo en nuestro entorno no tienen precedentes en cientos de miles de años. Uno de los principales es los aumentos de los niveles del mar como hemos visto de Rincón a Ocean Park, una situación totalmente irreversible en cientos o miles de años.

Sin embargo, es por ello que una reducción sustancial y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero limitaría el cambio climático. Peor aun aunque podríamos documentar rápidamente beneficios en la calidad del aire, es posible que se necesiten otros 20 o 30 años para ver estabilizarse las temperaturas globales.

Hay datos irrefutables que señalan que la influencia humana en el ecosistema del medio ambiente es dramática. Si la raza humana sigue perturbando nuestro único ecosistema ambiental, corremos el riesgo de producir daños catastróficos e irreversibles. 

La raza humana tiene los medios y los conocimientos necesarios para limitar el cambio climático y crear un futuro más verde y sostenible. 

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