La Isla no enfrentará una hambruna, pero debe prepararse para una inminente escasez de ciertos productos alimentarios tras el recrudecimiento de la guerra en Ucrania, dijo hoy la Asociación de Agricultores de Puerto Rico.

“No vamos a tener una hambruna de unos comiéndose a otros, pero si alguna escasez”, dijo el presidente de la Asociación, Héctor Cordero, al anticipar un próximo pedido de la industria lechera para subir el precio del producto.

Cordero, que es ganadero, dijo que esa industria está reglamentada en cuanto al precio que puede cobrar, por lo tanto, permanece indefensa ante el aumento del combustible y de productos que le sirven de insumo.

Se refirió a que ganaderos y productores lácteos tendrán que esperar que el gobierno autorice aumentos en el precio, lo que usualmente ocurre luego de un pedido que resulta complicado y parte de un proceso extenso.

“Vamos a tener escasez en el aceite de cocinar de girasol, aunque ese producto se puede sustituir, pero ya estamos enfrentando precios altos en varios productos como la carne y el maíz y seguirán subiendo los precios”, dijo Cordero.

El empresario recordó que la isla es absolutamente dependiente de producción agrícola externa para sobrevivir, pero además depende el agro local de la entrada de insumos de producción que se han visto afectados en su distribución por la guerra.