Avistan lagarto invasivo en la isla: DRNA pide colaboración para ubicar a los especímenes
La secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez Vega, informó hoy que se avistó una especie de reptil invasivo llamado Agama o “lagarto de fuego”, por lo que exhortó a las personas que reporten los avistamientos al Cuerpo de Vigilantes, al teléfono 787-999-2200.
El descubrimiento de esta especie invasiva lo realizó el pescador recreacional Víctor García, quien lo informó a través de redes sociales. La fotografía que tomó, muestra a un lagarto de colores distintivos posado en el tronco de una palma, cerca del parque de patinetas de Punta Las Marías, en la colindancia costera de los municipios de San Juan y Carolina.
Omar Ramírez, estudiante de Maestría de Ciencias Ambientales en la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de San Germán al reconocer que esa especie no es nativa y podría ser una amenaza para otras especies, se comunicó con el doctor Ricardo López, director interino de la División de Investigación y Manejo Pesquero del DRNA.
“La colaboración ciudadana es esencial para la preservación y conservación de los recursos naturales. Identificar especies exógenas y alertar a las autoridades es una gran aportación que merece nuestro agradecimiento. Aunque no sabemos aún de qué manera llegó el agama, debo reiterar de todos modos que traer especies exógenas a la isla está regulado por normas y reglamentos y requiere permisos del DRNA”, alertó la titular de la agencia ambiental.
Es la primera vez que se recibe información sobre avistamientos de este reptil de colores aposemáticos y conocido como agama común o lagarto de fuego. Los colores aposemáticos son una estrategia antidepredatoria que deja saber a posibles depredadores que es una especie tóxica o de desagradable sabor.
“Esta especie puede crecer hasta 18 pulgadas de longitud y es oriunda de África subsahariana. Es considerada invasora, especialmente en las zonas urbanas del estado de Florida. Personalmente, he visto poblaciones densas en Fort Lauderdale, donde viven muchos puertorriqueños”, explicó López.
El avistamiento ocurrió a 1.6 millas del punto más cercano a la pista de aterrizaje y despegue del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín.