En los pasados días miles de personas se han impulsadas a realizar protestas por temas o asuntos de corrupción en los que líderes del país centroamericano se han visto envueltos.  

Las principales protestas han sido impulsadas luego de la aprobación del presupuesto del Estado para el 2021 y el manejo de fondos por parte de la administración del actual presidente del país, Alejandro Giammattei.

Debido a las protestas muchos sucesos de violencia han sido identificados e incluso ha salido a relucir el uso excesivo de fuerza o poder de la policía en contra de los manifestantes que se han expresado frente al congreso.

En sucesos ocurridos en los pasados días, manifestantes se dieron a la tarea de incendiar el congreso del país. Una situación en la que rápidamente tuvo que intervenir los bomberos y la policía ocasionando actos de violencia para atender la situación que se había salido de control.

El reconocido Palacio Nacional ha sido foco de atención internacional por parte de distintas entidades, especialmente la Organización de Naciones Unidas (ONU), quienes buscarán abrir un informe debido a los sucesos que se dieron cita en los pasados días.

El gobierno tendrá que enfrentar a la ONU si se determina que los principales derechos de “libre expresión y asamblea pacífica” no fueron respetados por parte de las autoridades.

Entre los principales temas que se han establecido en repudio de la clase política guatemalteca se encuentra la injusticia, la pobreza y la corrupción constante a la que es sometido el país por parte de los que comandan las leyes del pueblo.

Guillermo Castillo, vicepresidente de Guatemala, se expresó en contra del uso excesivo de la fuerza policiaca en contra de los manifestantes y destacó que se deben conceder protestas pacificas a favor de la voluntad del pueblo.

Actualmente, se ha denunciado la detención de 30 manifestantes y un aproximado de 40 personas han sido víctimas de heridas significativas por parte de los recursos que utiliza la policía.

Docenas de manifestantes han sido afectados por los gases lacrimógenos a las cuales son sometidos por medio de las manifestaciones e incluso otros han perdido partes del cuerpo por la alta violencia.