Comcast ha interrumpido la transmisión de 15 redes regionales de deportes ofrecidas por Bally Sports, lo que agudiza una disputa contractual con su distribuidor. Esta acción afecta a los juegos de una docena de equipos de Grandes Ligas de Béisbol con sede en nueve estados. Diamond Sports Group, encargado de la distribución de las redes bajo el nombre de Bally, calificó el apagón como “decepcionante” y culpó a Comcast por negarse a “participar en discusiones sustantivas”.

Por otro lado, Comcast afirmó que Diamond ha rechazado varias de sus ofertas, como permitir que Diamond renueve unilateralmente su acuerdo existente con Comcast por un año. Como consecuencia, Comcast declaró que ya no tenía los derechos de las transmisiones deportivas a partir del miércoles y no tuvo otra opción que interrumpirlas. Anunció que acreditará a sus clientes por los costos asociados con las transmisiones bloqueadas, indicando que la mayoría recibirá automáticamente créditos mensuales de $8 a $10.

Ambas empresas se negaron a hacer comentarios más allá de sus declaraciones preparadas. La complejidad del asunto se debe a los esfuerzos de Diamond por salir de la bancarrota, que ocurrió hace poco más de un año debido a una considerable deuda adquirida en una transacción financiera anterior.

Esta disputa refleja un panorama más amplio que se avecina para las transmisiones deportivas en la era del streaming. La tendencia ha llevado a una disminución significativa en las suscripciones a la televisión de pago, tanto por cable como por satélite. Según un estudio del Grupo de Investigación Leichtman publicado en octubre pasado, el porcentaje de hogares estadounidenses que pagan por servicios de televisión en vivo cayó al 64% en 2023 desde el 78% en 2018.

Menos suscriptores significan menos fondos disponibles para las programaciones más costosas como la de deportes, llevando a proveedores como Comcast, a impulsar la transición de las transmisiones deportivas regionales hacia suscripciones con precios más altos que el servicio básico.

Sin embargo, compañías como Diamond se oponen a esta transición, argumentando que podría desequilibrar sus finanzas y generar dificultades para los equipos que dependen de los pagos de los distribuidores para acceder a sus juegos.

El apagón de Comcast actualmente solo afecta a los juegos de béisbol, pero si persiste, otros deportes podrían verse comprometidos.

Diamond, por ejemplo, posee los derechos de televisión de pago para los juegos de 38 equipos en la Asociación Nacional de Baloncesto, la Liga Nacional de Hockey y la MLB. Los equipos afectados actualmente incluyen a los Atlanta Braves, los Miami Marlins, los Tampa Bay Rays, los Detroit Tigers, los Cleveland Guardians, los Minnesota Twins, los Kansas City Royals, los St. Louis Cardinals, los Cincinnati Reds, los Milwaukee Brewers, los Texas Rangers y los Los Angeles Angels.

Fuente: AP News