Cuesta arriba la objeción religiosa a la vacuna contra el COVID-19 en el gobierno
La objeción por razones religiosas al decreto de vacunación obligatoria para los empleados estatales de Puerto Rico, no puede darse mediante una mera oposición personal por conciencia que no esté sustentada, advirtió hoy el Secretario del Trabajo de la Isla.
Carlos Rivera, titular de la agencia hizo el planteamiento en una entrevista en la que afirmó que el objetor religioso de la vacuna contra el COVID-19 deberá fundamentar y documentar sus reservas y acompañará el trámite con una declaración jurada.
El Gobernador Pedro Pierluisi dijo la semana pasada que los que se opongan a recibir la vacuna deberán lograr un documento de parte de un sacerdote o pastor de la iglesia en la que se congregan que confirme que existe una norma al respecto.
Líderes religiosos consultados por el Foro de Puerto Rico dijeron hoy que las principales comunidades religiosas de la Isla no emitirán tales documentos.
“No hay ninguna Iglesia Pentecostal que yo conozca que va a hacer eso. No hemos encontrado ningún texto bíblico que sustente esa posición”, dijo al Foro el Obispo Ángel Marcial, líder continental de la Iglesia de Dios Pentecostal.
El Padre Gerardo Vargas, uno de los principales dirigentes de la comunidad franciscana católica de la Isla dijo que no hay norma alguna que prohíba la vacunación.
David Colón, laico de la Iglesia evangélica en Guaynabo planteó al FORO que no cree que su pastor Moisés Román vaya a emitir un documento como el anticipado. Sin embargo, el abogado y sacerdote Carlos Pérez reconoció en EL FORO que la orden ejecutiva del gobernador sobre el tema es defectuosa “desde el principio y se le advirtió”.
La libertad religiosa, apuntó, no está solo reconocida por decisiones judiciales y doctrina de derecho en cuanto a que emana de instituciones, sino que también está garantizada, según apuntó de manera individual.