La Uniformada reconoció que será muy difícil acusar en los tribunales a los responsables de la más reciente masacre ocurrida en Loíza, donde tres jóvenes fueron asesinados en medio de un violento incidente en que otras seis personas resultaron heridas.

El Coronel Roberto Rivera, jefe de investigaciones criminales de la Policía de Puerto Rico dijo que el caso en el que murieron Johmauri Lacen, Gilbert Quiñones y Carlos Pizarro, está prácticamente esclarecido para fines policiales, pero necesita la corroboración de testigos que no quieren cooperar con las autoridades.

Los jóvenes de 20 y 26 años no tienen expediente delictivo anterior dijo la alcaldesa Julia Nazario al comentar el asesinato múltiple que ocurrió el sabado.

“Nos pasa mucho en Loíza que descubrimos a los autores de los diversos asesinatos que han ocurrido allí, tenemos videos que nos demuestran lo que ocurrió pero los testigos no quieren hablar”, dijo por su parte Rivera.

El oficial policiaco reconoció que ni siquiera los heridos de bala que se vieron afectados aunque sobrevivieron a la masacre están dispuestos a hablar para identificar a sus agresores.

“Sabemos que ellos pueden cooperar pero no quieren hacerlo y estamos con la alcaldesa Nazario que reconoce que la gente de Loíza tiene miedo”, dijo Rivera.