Mientras crecíamos, nuestros padres o las personas que cuidaron de nosotros nos mostraron la importancia del trabajo. Aprendimos a reconocer nuestras carreras con la pregunta: ¿Qué quieres ser cuando seas grande? Nuestras respuestas de niños estaban atadas a estos oficios que admirábamos o que encontrábamos espectaculares. Luego, aprendimos que era importante hacer dinero, esa era la meta. ¿Dónde estuvo la enseñanza de que podíamos disfrutar el trabajo y hacer dinero? Ahora somos un poco más grandes; sin embargo, muchos aún tenemos la incógnita: ¿Estoy en el trabajo correcto?  

Lamentablemente, no puedo ofrecerte esta respuesta; pero, puedo regalarte unas preguntas guías para apoyarte a tomar una postura o una decisión. 

Cuando vas o estás en tu trabajo actual…

1. ¿Llegas y trabajas con energía?

2. ¿Sientes emoción al hablar de lo que haces en tu trabajo?

3. ¿Sientes que cobras bien por tu trabajo?

4. ¿Tu trabajo tiene propósito o significancia en tu vida?

5. ¿Te imaginas trabajando ahí hasta que te retires?

6. ¿Disfrutas de tus horas de trabajo, aunque te canses físicamente?

7. ¿Te envuelves tanto en tu trabajo que el tiempo pasa rápido?

8. ¿Sientes que tu organización te valora y cuida por ti?

9. ¿Sientes que has logrado tus metas profesionales?

10. ¿Te sientes que puedes tener oportunidades de desarrollo en tu organización?

Si has respondido “no” a la mayoría de estas preguntas, es momento de crear un plan. Las organizaciones están llenas de personas que quieren un nuevo trabajo; y afuera, hay muchas personas esperando por otra oportunidad. Esto no es malo; esto es darle valor a tu vida y a tu tiempo. Es posible trabajar con placer, orgullo y felicidad. Esta tarea está completamente en nuestras manos. Nosotros tenemos el control y decidimos hasta cuando.

Por otra parte, si respondiste con “sí” a la mayoría de las preguntas, ¡te felicito! Estás viviendo una de las mejores experiencias profesionales. Esto no significa que no quieras crecer o emprender posteriormente. Significa que estás aprovechando el momento. Debemos aprender a disfrutar los procesos y a crecer en ellos. De esta forma, cuando hayamos cumplido nuestro propósito en ese lugar, nos moveremos llenos de orgullo y satisfacción para nuestra próxima aventura.