Una explosión registrada dentro de una mezquita durante las oraciones vespertinas en la capital de Afganistán el miércoles mató a 21 personas e hirió a otras 33, según un portavoz del jefe de policía de Kabul.

La organización de atención médica italiana Emergency, que brinda asistencia médica en la capital del país, notificó que han tratado de decenas de víctimas desde el incidente.

 El director nacional de emergencias de Afganistán mencionó que: “Después de la explosión, admitimos a 27 pacientes en nuestro Centro Quirúrgico para Víctimas de Guerra en Kabul, incluidos cinco menores, uno de ellos un niño de 7 años”. “Dos pacientes llegaron muertos, uno murió en la sala de emergencias”, dijo.

El portavoz talibán Zabihullah Mujahid, confirmó que hubo civiles muertos y heridos, pero no dijo cuántos. Tuiteó que el gobierno talibán “condena enérgicamente” la explosión y prometió que los perpetradores de “tales crímenes serán capturados y castigados por sus actos atroces”.

A pesar de la afirmación de los talibanes de que han brindado seguridad a la nación, Afganistán ha sido testigo de ataques regulares de grupos armados, muchos de ellos afiliados al Estado Islámico. Hace apenas una semana, un  clérigo pro-talibán murió en un atentado suicida con bomba, también en Kabul. Sobre este ataque, el grupo Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad. 

Al presente ningún grupo ha reclamado responsabilidad por la explosión y las autoridades locales no poseen ningún sospechoso.