El Hogar del Buen Pastor, una organización sin fines de lucro fundada en 1992 por la Hermana Rosemarie González Piazza, ha logrado convertirse al día de hoy en una casa de esperanza para aquellos que buscan un nuevo comienzo. 

Todo comenzó cuando en una ocasión, mientras la hermana Rosemarie caminaba por Puerta de Tierra, en San Juan, se encontró con un niño que le preguntó si ella era de Dios. A lo que la hermana le contestó que sí y le dijo que él también. Entonces el niño le pregunta: ¿Tú te llevarías a tu casa a alguna persona que estuviese en la calle? Sister Rosemarie le contestó que haría todo lo posible por ayudar a esa persona, dado que vivía con otra hermana en un pequeño apartamento. 

Luego de conversar por un rato con el niño, la hermana le preguntó por su nombre y el niño contestó: “me llamo JOY”. En ese momento Rosemarie entendió que estaba recibiendo un llamado para levantar un hogar para deambulantes. Es entonces que comenzó la búsqueda de una localidad para establecer dicha institución. Finalmente, la hermana encontró un lugar para el hogar. Dicho sitio es precisamente donde conoció por primera vez a Joy y donde actualmente ubica el Hogar del Buen Pastor en Puerta de Tierra. 

Tras 27 años de arduo esfuerzo y poca ayuda del gobierno estatal, el proyecto que comenzó Sister Rosemarie se ha convertido en una institución con alto reconocimiento, que provee esperanza a personas sin hogar para comenzar una nueva vida. Durante este transcurso, han impactado a más de 10,000 personas.

El programa de cinco etapas, se enfoca en ayudar a mujeres y hombres (mayores de 18 años) sin techo para entrar en un programa de rehabilitación por un término de dos años. Dicho programa no se limita solamente a personas que quizás están intentando salir del uso de sustancias controladas, sino que también le abre las puertas a aquellos que por alguna razón no tienen los recursos para tener un techo. 

Durante su estadía, se les ofrece un programa holísitico con servicios de psicología, acupuntura, aromaterapia, sanación pránica, y desintoxicación. Además, reciben la atención de médicos especialistas en el tema de adicción de la Universidad Central del Caribe, y asisten a reuniones de Alcohólicos Anónimos (AA) o Narcóticos Anónimos (NA).

El hogar no solo les provee servicios para tener un techo y salir de la adicción, también les ofrece adiestramientos que les enseñan a adquirir destrezas para emprender microempresas o encontrar un trabajo al terminar el programa. De esa manera, los residentes obtienen la preparación necesaria para independizarse una vez salen del hogar.

Desde enero, la organización es dirigida por un equipo de trabajo compuesto por Tere Beard (directora ejecutiva), Milagros Valentín (administradora), Héctor Joaquín Colón-González y los voluntarios que aportan de su tiempo. Para ellos, el enfoque es en la calidad humana, la empatía y la inclusión de todos. Dicho equipo ahora tiene en sus manos la misión de continuar brindando el servicio, expandir la institución y darle un nuevo giro a la misma, con el fin de seguir aportando a la comunidad que les rodea.

Cualquier persona que desee ayudar a que el Hogar del Buen Pastor pueda continuar su obra de servicio, puede entrar a www.hogardelbuenpastor.org. No solamente puede ayudar de forma económica, sino que puede aportar de su tiempo, conocimiento, o bienes; ya que el hogar cuenta con dos tiendas donde venden diversos artículos para de esa manera levantar fondos. Estas tiendas se encuentran ubicadas en San Patricio Plaza y Puerta de Tierra.