A través de una videoconferencia, la juez Marta Rosario Santana impuso una fianza de $2 milones a Pablo Casellas Toro por el asesinato de su esposa Carmen Paredes en el 2012.

Esto sucede luego de que el Tribunal de Apelaciones de Puerto Rico ordenara un nuevo juicio y una nueva vista de fianza al amparo de una decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos que determina que las convicciones tienen que ser de manera unánime por parte de un jurado. El veredicto contra Casellas fue de 11-1.

El Ministerio Público había solicitado que se impusiera una fianza de $4 millones, misma cantidad que tuvo que pagar en su anterior juicio.

Con esta decisión, Casellas podría quedar excarcelado y en arresto domiciliario bajo la custodia de un tercero.