Puerto Rico está pasando por una crisis de violencia alarmante, el Gobierno declaró un estado de emergencia, pero no existe un plan de acción nacional que integre todas las agencias gubernamentales. Las agencias de gobierno tienen procedimientos y protocolos arcaicos que causan que las investigaciones comiencen tarde y que la mayoría de los casos queden impune. Por otra parte, crearon el Comité de Prevención, Apoyo, Rescate y Educación de la Violencia de Género (PARE) para desarrollar un plan de acción. 

¿Dónde está este plan? 

Este plan debe incluir recomendaciones a corto plazo, como revisar la Ley 54 y agilizar la comunicación entre las agencias y recomendaciones a largo plazo, como la implementación de un currículo de perspectiva de género para impactar las futuras generaciones.

El Departamento de Educación (DE) tiene un currículo bajo un marco conceptual machista y este currículo se tiene que reconceptualizar para poder crear una sociedad menos violenta en el futuro. Según Freire, el ser humano tiene que ser crítico de su propia cultura y sociedad. El estudiante tiene que pasar por un proceso de humanismo para poder vivir a plenitud en una democracia. Por otro lado, Hostos decía que había que desarrollar en nuestros estudiantes la razón, nutriéndolos de realidad y de verdad para cultivar en ellos el principio de la moral y la virtud.  

La Ley de perspectiva de género del 2006, aún no se ha implementado por causa de agendas políticas y religiosas de los políticos en poder. Actualmente, el DE quiere enseñar valores a través de todas las materias de estudios. Esto conlleva una planificación extensiva donde se incluyan materiales didácticos con temas de equidad, civismo, valores y el respeto a la dignidad humana. El currículo debe incluir materiales didácticos y no didácticos que representen a todos los seres humanos por igual. El maestro tiene que crear un ambiente que promueva el debate crítico promoviendo el civismo como ciudadanos de una nación democrática. Mientras, los estudiantes deben debatir críticamente los temas de violencia y proponer soluciones para poder crear una cultura de paz. 

Para evitar más divisiones, nuestro enfoque debe ir dirigido a terminar con la violencia para minimizar las controversias que existe cuando se habla de la perspectiva de género, que no tiene nada que ver con promover la homosexualidad. La palabra “perspectiva” trae muchas confusiones porque puede significar una manera de pensar que está influenciada por ideas y creencias personales. Al tener una colección de ideas, surge la posibilidad de tener una ideología que postulan modos de influenciar e imponer un punto de vista personal. Consecuentemente, surgen las controversias que vemos en las redes sociales y los medios de comunicación.  Existen personas malévolas que para crear odio y confusión, se atreven a decir que solo las personas enfermas apoyan la educación de perspectiva de género. Estas controversias solo atrasan la gesta para atacar el problema rápidamente y efectivamente. Por último, esto no debe ser una agenda política, religiosa o feminista, tiene que ser una agenda de país por los derechos humanos, la equidad y la justicia social para todos los habitantes del país. El camino de salvación para nuestro Puerto Rico, debe ser a través de la educación.