Mujer en Beirut saca sus “ahorros atrapados” a punta de pistola
Una mujer en Beirut, Líbano, irrumpió en una sucursal bancaria a punta de pistola para reclamar la entrega de todos sus ahorros que, afirma, estaban atrapados en el banco. Sali Hafez, dijo que necesitaba el dinero para financiar el tratamiento de cáncer de su hermana, y que tras varias conversaciones con representantes, solo le permitieron recibir unas 200 libras libanesas al mes.
“Había suplicado antes al gerente de la sucursal por mi dinero, y le dije que mi hermana se estaba muriendo, que no le quedaba mucho tiempo”, dijo en la entrevista. “Llegué a un punto en el que no tenía nada más que perder” afirma Hafez al canal de televisión Al-Jadeed. La mujer mencionó que para conseguir dinero para el tratamiento, vendió muchas de sus pertenencias y hasta consideró vender un riñón, para poder pagar el tratamiento de su hermana de 23 años que suma unos 50 mil dólares.
Tras suplicar a los gerentes del banco para poder acceder a $20,000 en ahorros y no recibir respuesta, la mujer de 28 años tomó la decisión de recuperarlos por la fuerza.
El evento fue transmitido en vivo donde se escucha a la mujer decir: “Soy Sali Hafiz, vine hoy… a tomar los depósitos de mi hermana que se está muriendo en el hospital…No vine a matar a nadie ni a provocar un incendio… Vine a reclamar mis derechos”. Hafiz también afirmó que la pistola que utilizó era falsa y pertenecía a su sobrino.
Otros doce activistas entraron en la sucursal e irrumpieron en la oficina del gerente, mientras algunos protestaban en la entrada del banco. Desde el 2019, existe en el Líbano un límite estricto de retiro de dinero en los bancos del país que enfrentan graves problemas de liquidez. El mandato ha inmovilizado los ahorros de millones de personas. Asimismo, alrededor de tres cuartas partes de la población se han hundido en la pobreza a medida que la economía del pequeño país mediterráneo continúa en espiral.
Hafiz y los presuntos cómplices lograron escapar con sobre $13 mil en ahorros a través de una ventana rota por la parte de atrás antes de que llegaran las fuerzas de seguridad.
La mujer se convirtió instantáneamente en una heroína popular en las redes sociales en el Líbano, donde muchos están desesperados por acceder a sus ahorros y furiosos con un sector bancario percibido como un cartel corrupto.