El artista y productor Ernesto Morales Ramos recordó hoy el histórico evento de la Masacre de Ponce, desde la perspectiva de su abuelo, Don Ernesto Ramos Antonini.

“Un día como hoy, hace 84 años, mi abuelo iba camino de su casa en Ponce a San Germán junto a su amigo y compañero abogado Víctor Gutiérrez Franqui. En el camino se tropezaron con calles bloqueadas por una marcha que llevaban a cabo los Cadetes de la República en las calles de Ponce. Se estacionaron, se bajaron del auto y caminaron junto a los Cadetes y el Cuerpo de Enfermeras del Partido Nacionalista. Un policía le dijo a Ramos que caminara rápido y no se detuviera”, detalló Morales Ramos.

Morales Ramos relata que su abuelo terminó ubicándose detrás del grupo de marchantes cuando escuchó un disparo y corrió a socorrerse en un callejón. Ahí comenzó una refriega de disparos de escopeta, ametralladoras, carabinas, revólveres, en fin… 19 muertos y 300 heridos en lo que se conocería como la Masacre de Ponce.

“Al amainar el caos, Ramos arriesgó su vida para personalmente instar a la policía a que arrestaran a los líderes nacionalistas que se había acuartelado en la Casa Nacionalista (en lugar de que los mataran). Esa noche, dentro de ese ambiente tan peligroso y hostil, se dedicó a patrullar las calles para tratar de salvar a otros e identificar testigos”, dijo el nieto Ramos Antonini.

Lo cierto es que Ramos sacrificó gran parte de su lucrativa práctica de derecho, al perder clientes además de arriesgar su carrera política, siendo líder de la minoría del Partido Liberal en la Cámara de Representantes, para asumir, sin compensación alguna, la defensa de los nacionalistas falsamente acusados por asesinato. 

“Fue Ramos Antonini quien presionó al entonces líder de la minoría del Partido Liberal en el Senado, Don Luis Muñoz Marín, a hacer lo necesario para crear la llamada Comisión Hays – llamada así porque quien la dirigió fue el co-fundador y consejero principal de la American Civil Liberties Union, Arthur Garfield Hays. Dicha comisión absolvió a los nacionalistas de toda culpa y señaló a la Policía Insular y al Gobernador Blanton Winship por haber conspirado para causar las muertes”, añadió.

Pero aún quedaba el tema del juicio, junto a Gutiérrez Franqui y un equipo de letrados se lanzaron a la defensa de los nacionalistas, sin dinero, sin apoyo del pueblo ni de la legislatura (que falsamente los declaró culpables) en Ponce, donde reinaba el discrimen por raza y por nivel socio-económico, con un jurado que no contaba con ningún independentista, mucho menos nacionalistas, ni siquiera miembros del Partido Liberal, todos Republicanos.

“El resultado fueron dos juicios con una duración combinada de 90 días donde logró la absolución de los cargos de asesinato (y otros cargos adicionales poco mencionados) y Ramos Antonini se consagró como uno de los abogados criminalistas más importantes de la historia de Puerto Rico. Para los historiadores que sólo indican que los nacionalistas salieron absueltos. Les recuerdo que de no haber contado con un abogado del calibre y reputación de Ramos Antonini, el resultado hubiese sido otro. A las víctimas de ese nefasto suceso – jamás serán olvidados ni olvidadas y les prometo que la lucha continuará”, finalizó Morales Ramos