El primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, decretó un nuevo estado de emergencia por COVID-19 desde el domingo hasta el 11 de mayo en la ciudad de Tokio y otras áreas de Japón, por lo que ha impuesto medidas rigurosas para detener la ola de contagios, de acuerdo a Bloomberg.

Las medidas de prevención ante el COVID-19 fueron impuestas por motivo de controlar la ola de contagios, mientras Japón se prepara para una serie de festividades nacionales a finales de abril y comienzos de mayo, las cuales traerán consigo una gran cantidad de visitantes a la zona, según indicó Suga. Por otra parte, también informó que el gobierno estará realizando incentivos a comercios afectados por las restricciones del COVID-19, siendo esta de alrededor del equivalente a $4.6 billones.

“Si no actuamos, existe la preocupación de que el aumento del virus que estamos viendo en las grandes ciudades puede extenderse por todo el país”, dijo el primer ministro.

Sin embargo, señaló que las medidas serán impuestas a corto plazo y que no estarán brindando más incentivos a los mencionados anteriormente.

Como parte de las medidas, el gobierno japonés ha dado instrucciones a los restaurantes y barras de parar de servir bebidas alcohólicas, junto con restringir la entrada a personas a eventos deportivos.