Uno de los principales dirigentes cristianos del país catalogó como totalmente equivocada y retrógrada la posición del Obispo de la Diócesis de Arecibo, el único prelado del país que está autorizando declaraciones de exención para evitar la vacuna contra el COVID 19.

El Obispo David Álvarez, ex director en el Caribe de la Iglesia Episcopal dijo que Monseñor Daniel Fernández que no firmó un documento de todos los obispos católicos está incurriendo en un problema de disciplina más que doctrinario y sus posturas suenan a posiciones de la Inquisición y de la Edad Media.

Álvarez se refirió a la determinación ampliamente mayoritaria de la Conferencia de Obispos de la Isla que firmó un documento respaldando la vacunación y reclamando que la Iglesia Católica Romana no tiene objeción moral alguna a las vacunas contra el COVID.

Un documento firmado por el presidente de la Conferencia del Obispo de Ponce, Monseñor Rubén González da cuenta de que los obispos de la Isla no firmarán exenciones religiosas que puedan ser utilizadas para evadir la vacuna ordenada para los empleados del gobierno y los empleados de diversos sectores privados.

El documento también establece que los vacunados y los no vacunados se reunirán en espacios separados dentro de los templos católicos.

“A mi me extraña y me preocupa la posición del Obispo de Arecibo que también se ha destacado por asumir posturas extremas en asuntos de moral. Aquí el problema es de disciplina porque el Papa Francisco se vacunó y ha recomendado la vacuna”, dijo Álvarez.

El Obispo del rito anglicano también doctor en sicología dijo que está superado con creces el debate sobre si partes de la vacuna usada contra el COVID contiene elementos biológicos procedentes de fetos abortados, “Estos elementos estuvieron presentes en las primeras vacunas que se usaron para experimentación pero ya no están. Así que la postura contra la vacuna es retrógrada y medieval”, dijo Álvarez.