Proyecto pretende limitar apagones en la isla
El Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) ha dado luz verde, preliminarmente, a un ambicioso proyecto de instalación de baterías de almacenamiento a escala industrial. Esta iniciativa, propuesta por LUMA Energy, podría potencialmente reducir drásticamente los cortes de energía que enfrenta el país.
Según LUMA Energy, la instalación e interconexión de estas baterías podría comenzar a finales de 2024, con su primera fase operativa para 2025. Se proyecta que estas baterías puedan almacenar hasta 360 megavatios (MW) de energía y proporcionar apoyo a la red durante los períodos de mayor demanda, especialmente entre las 6:00 p.m. y las 10:00 p.m.
El “Proyecto Acelerado de Almacenamiento Adicional” (ASAP) se centrará inicialmente en la instalación de 185 MW de capacidad de almacenamiento en ubicaciones que no requieran mejoras en la red de transmisión existente.
El NEPR ha respaldado el concepto y los mecanismos propuestos por LUMA para agregar capacidad de almacenamiento a la red eléctrica. Aunque se concedió un período de 15 días para que grupos de interés y ciudadanos presenten comentarios por escrito.
Mario Hurtado, principal oficial regulatorio de LUMA, señaló que se espera completar el trámite regulatorio en tres a seis meses, dependiendo de varios factores. La ejecución de los proyectos de la primera fase se extendería aproximadamente por un año.
“Yo me imagino que, entre tres a seis meses, es razonable (para completar el trámite regulatorio), y va a depender un poco de las otras cosas que estén en el NEPR y la calidad de la documentación que tengamos. Precisamente por eso, estamos haciendo todo este trabajo con anterioridad, para tener todo un paquete bien armado y poder presentarlo al NEPR y que la gente vea qué es lo que se está contratando”, expresó.
Las baterías se instalarán en los terrenos de varios generadores privados de electricidad, incluidas termoeléctricas, fincas solares y eólicas, entre otros. LUMA presentará ofertas estándar a estos productores para vender la energía almacenada a un precio similar.
“En este momento, no tengo una idea de cuánto sería el costo, y eso va a variar por cada operador, porque va a depender de la fuente de suplido y el diseño que tenga. Aquí, hay varios componentes importantes: (adquirir) las baterías, el equipo para la conexión al sistema y (las obras de) interconexión al sistema, que va a ser más reducido porque estos puntos (de interconexión) ya existen”, abundó Julián Herencia, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Energía Renovable, quien elogió la iniciativa y consideró el cronograma de ejecución razonable.
Estos proyectos se suman a otras iniciativas de almacenamiento de energía en Puerto Rico. La compatibilidad de estos proyectos con el Plan Integrado de Recursos permitirá una mejora significativa en la resiliencia del suministro eléctrico en la isla. Aunque los costos de ejecución podrían repercutir en los clientes, se espera que sean menores en comparación con otras opciones y se traduzcan en beneficios a largo plazo para la comunidad.
Fuente: El Nuevo Día