Un puente colgante que recientemente había sido reparado e inaugurado en India hace menos de una semana, colapsó el domingo matando a 134 personas. Cerca de 400 turistas se encontraban en o cerca del puente cuando este comenzó a balancearse tras romperse uno de los cables. Poco después, este colapsó lanzando cientos de personas al agua.

Algunas víctimas lograron nadar hasta la orilla, otras se aferraban a los restos del puente, otras murieron en el lugar y varias aún están desaparecidas. Mientras continuaban las operaciones de rescate el lunes, con el ejército indio desplegando buzos de la marina para buscar cuerpos, el escrutinio se centró en la empresa encargada de renovar y operar el puente.

El contratista, una compañía llamada Oreva que se dedica a producir relojes y bicicletas eléctricas, había concluido la reparación de seis meses el viernes por lo que la empresa decidió abrir el puente a los turistas sin obtener primero la autorización del gobierno, dijo un funcionario de la ciudad Sandeepsinh Zala al Indian Express.

Ahora, las autoridades locales han arrestado a nueve personas relacionadas a la empresa que operaba el puente bajo cargos de homicidio mientras que los esfuerzos para recuperar los cadáveres de los desaparecidos, continúan.