¿Qué hay detrás de las tensiones entre EE. UU. e Irán en Irak y Siria?
El Ejército estadounidense bombardeó objetivos proiraníes. ¿Cómo se explica la escalada?
Irán acaba de elegir a un presidente ultraconservador, al tiempo que Joe Biden, sucesor de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos, sigue ordenando ataques aéreos contra grupos proiraníes.
Tras la escalada por el bombardeo que ordenó Washington, una fuente militar siria que pidió el anonimato informó a Efe de que las tropas de EE. UU. vuelven a estar presentes en la zona del campo petrolero de Al Omar, en el este de la provincia de Deir al Zur, donde este lunes una de sus bases fue atacada con cohetes en respuesta al bombardeo perpetrado horas antes.
Asimismo, aviones estadounidenses sobrevolaron la zona este martes, según la fuente. Por su parte, las milicias leales a Irán han vuelto a sus posiciones en las áreas que se extienden entre Al Mayadín, en Deir al Zur, y Al Bukamal, objetivo del bombardeo de Washington la madrugada del lunes, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
A finales de diciembre de 2019, los ataques estadounidenses mataron a 25 combatientes iraquíes proiraníes. Poco después, el Hashd al-Shaabi, una coalición de paramilitares proiraníes integrados en el Estado iraquí, atacó la embajada de Estados Unidos en Bagdad.
El 3 de enero de 2020, un dron estadounidense pulverizó los coches del general Qasem Soleimani, arquitecto de la estrategia iraní en Oriente Medio, y de Abu Mehdi al-Muhandis, número dos del Hashd, cuando salían del aeropuerto de la capital iraquí.
Durante un tiempo, estos asesinatos suscitaron el temor de un conflicto abierto en
Irak, atrapado entre sus aliados enemigos, Estados Unidos e Irán.
En esa época los estadounidenses respondían al fuego de cohetes contra sus intereses en Irak. Pero hoy se enfrentan a ataques más dañinos, con drones explosivos dirigidos contra sus soldados, incluso hasta el aeropuerto de Erbil, la capital del Kurdistán, que durante mucho tiempo fue un remanso de paz.
Los grupos proiraníes -desde los hutíes en Yemen hasta facciones en la frontera entre
Irak y Siria- han unificado sus técnicas de ataque y usan drones de fabricación iraní que, a veces, las baterías antiaéreas estadounidenses no pueden neutralizar, a diferencia de los cohetes.
¿Qué ha cambiado?
Los ataques estadounidenses en la frontera sirio-iraquí en la noche del domingo al lunes y el intercambio de fuego de artillería entre combatientes proiraníes y estadounidenses marcan una nueva etapa.
“La administración Biden cambió su línea roja, ya no responde a la muerte de un estadounidense sino a cualquier escalada contra sus tropas, especialmente con sofisticados ataques de drones“, dice a la AFP Hamdi Malik, experto en grupos armados iraquíes.
Frente a la línea dura de un presidente que se pensaba que sería menos agresivo que Trump, los grupos proiraníes multiplican sus provocaciones. Qais al-Khazali, el líder del Hashd iraquí, advirtió el martes que el enfrentamiento estaba entrando en “una nueva etapa”.
“Vengaremos la preciosa sangre de nuestros hombres con la sangre de los soldados de ocupación”, los estadounidenses, “ojo por ojo, diente por diente”, afirmó. En el Hashd, algunos piden ataques directos contra los “ocupantes”.
El martes, en los funerales de sus miembros asesinados, algunos combatientes pidieron a los comandantes que actúen. Bagdad denunció oficialmente una “violación de la soberanía” y el primer ministro, Mustafa al-Kazimi, considerado durante mucho tiempo como el principal aliado de Estados Unidos en Irak, se ve cada vez más obligado a dar un paso al costado frente al Hashd.
Y, a medida que se acercan las legislativas de octubre, el primer ministro parece acercarse a Irán. Mustafa al-Kazimi debería visitar próximamente Washington pero también es el primer líder extranjero invitado por el presidente iraní, Ebrahim Raissi, el mismo día de su victoria en las elecciones del 18 de junio.