El Reino Unido estará prohibiendo la venta de vehículos nuevos que utilicen combustibles fósiles en el 2030, según CNN. La futura prohibición, nace de la necesidad de reducir la contaminación y sería la primera economía de las mayores del mundo en realizar la prohibición.

El gobierno británico informó en un comunicado el miércoles la prohibición de todo tipo de vehículos que utilicen gasolina o diesel. Incluso, se prohibirán las furgonetas que funcionen con dichos combustibles. La prohibición de parte de los británicos promueve la conservación ambiental y les convierte en la única potencia mundial que ha realizado un movimiento para descarburar la transportación terrestre. No obstante, la venta de nuevos vehículos híbridos se extenderá hasta el 2035.

La prohibición representa una parte de un plan llamado la “Revolución Industrial Verde”, el cual fue anunciado por el primer ministro, Boris Johnson, e incluye una inversión equivalente a alrededor de $16 millones. Aún así, el gobierno británico espera que el sector privado de la nación aporte el triple de lo que aportó el organismo gubernamental.

“Aunque este año ha tomado un camino muy diferente al que esperábamos, el Reino Unido está mirando hacia el futuro y aprovechando la oportunidad de construir de manera más ecológica”, mencionó Johnson en un comunicado. “La recuperación de nuestro planeta y nuestras economías puede y debe ir de la mano”, añadió el primer ministro.

Con el fin de promover la venta de vehículos eléctricos, el gobierno británico hará una inversión equivalente a $1.7 millones, para crear más puestos de carga para dichos vehículos, junto con otra inversión equivalente a $624 millones para fabricar baterías para automóviles eléctricos.

Además, se invertirá una cantidad igual a $582 millones en subsidios para vehículos de cero y bajas emisiones, haciéndolos más accesibles a la ciudadanía.

La fecha establecida por el Reino Unido, se ha mostrado como la más agresiva para atender la crisis ambiental, pero Noruega estableció la suya para el 2025, aunque cuentan con una economía mucho más pequeña. El movimiento por parte del Reino Unido podría provocar problemas a la industria automotriz del país, ya que desde su salida de la Unión Europea y el impacto de la pandemia del COVID-19, se ve en riesgo.