La representante de Wyoming Liz Cheney,  feroz adversaria republicana de  Donald Trump, perdió contundentemente la primaria de su partido en Wyoming ante su rival, apoyado por el expresidente.

La derrota de Cheney refuerza el control que aún  posee Trump sobre la base del partido republicano. Su papel como principal crítica republicana de Trump en el Capitolio la fue marginando poco a poco en un estado en donde el expresidente Trump ganó con casi el 70% de los votos en 2020. Su determinante rol de liderato en la comisión de la Cámara de Representantes, que investiga los ataques del 6 de enero, transformó a la representante republicana con un historial de tres mandatos y la hija de exvicepresidente Dick Cheney en la principal adversaria de los partidarios de Trump. 

Con el 80% de los votos contados antes de la medianoche, su principal contrincante en las primarias,  Harriet Hageman,  aventajaba a Cheney por más de 32 puntos.

Sobre la derrota, la representante dijo a sus seguidores: “Estas elecciones primarias terminaron”. “Pero ahora comienza el verdadero trabajo”. 

El miércoles, Cheney volvió a clasificar a Trump como “una amenaza y un riesgo muy grave para nuestra república” y dijo en televisión nacional que cree que derrotarlo requerirá “un frente amplio y unido de republicanos, demócratas e independientes, y de eso es de lo que pretendo ser parte”. Sin embargo, se negó a decir si se postularía para la presidencia de su partido, pero admitió que es “algo en lo que estoy pensando”.

La representante Liz Cheney deberá abandonar su posición al final de su tercer y último mandato en enero.