En medio de la decisión de poner pausa a las obras de construcción de una piscina y una verja ubicadas en la zona marítimo terrestre, residentes del condominio Sol y Playa, han comenzado a abandonar temporalmente sus apartamentos, pudo constatar el Foro de Puerto Rico.

“Muchos de nosotros nos estamos marchando hasta nuevo aviso de aquí porque con tanto ruido, protesta, amenazas y violencia no se puede lidiar”, dijo un abogado residente en el lugar en entrevista con El FORO.

El abogado que pidió no ser identificado, confirmó que la Junta de condominios ha decidido pausar la construcción de una verja y piscina autorizadas por el Departamento de Recursos Naturales, pero que ha provocado la airada protesta de líderes y activistas ambientalistas.

“La Junta ha decidido no hablar más de momento sobre este tema, tras tomar esta determinación”, dijo otra residente del lugar al admitir que se siente atropellada y violentada por la actitud de decenas de manifestantes que este fin de semana desmantelaron parte de la verja que una empresa contratista construyó en el lugar.

“Allí había una anciana estadounidense retirada. Es una persona muy buena y su familia la vino a buscar a Puerto Rico porque temen por su vida. Hay dos niñas que viven aquí que han tenido que comenzar a recibir tratamiento psicológico ante la pesadilla que vivimos”, dijo otro residente.

Mientras, un veterano de guerra describió el escenario creado por las protestas como uno similar a un conflicto bélico. “Yo estuve en la guerra de Vietnam y ahora me siento igual de amenazado por la violencia y el odio desatado contra nosotros”, dijo al referirse a las manifestaciones.

Este fin de semana protestantes contra el proyecto impidieron la continuación de la obra de lo que los vecinos alegan es la reconstrucción autorizada de una piscina a metros del mar. La facilidad fue arrasada por el huracán María y los residentes lograron permiso del Secretario de Recursos Naturales Rafael Machargo para reponerla.