La Asociación de Restaurantes (ASORE) está empezando una nueva etapa menos restrictiva sobre el COVID-19 sin directrices del Departamento de Salud, todavía con una crisis económica y con escasez de mano de obra, confirmó esta mañana su presidente Mateo Cidre.

Cidre reveló que aún cuando el gobernador Pedro Pierluisi dejó en manos del Departamento de Salud la función de dirigir el proceso de liberar las directrices restrictivas de forma ordenada y en una transición adecuada, esta agencia no se ha comunicado con los restaurantes.

Hoy empieza un nuevo régimen donde los restaurantes y otros negocios privados no están obligados a guardar distancias físicas entre clientes ni limitar el aforo, pero Cidre esperaba más orientación del gobierno.

El empresario reconoció que en muchos restaurantes con comedores abiertos se mantendrá el uso de mascarillas y distanciamiento físico. “En cuanto a las mascarillas y otros asuntos será cada cliente y posiblemente cada dueño de restaurante el que decidirá”, dijo Cidre, presidente de una cadena de restaurantes en la isla.

Cidre dijo que a pesar del levantamiento de restricciones no anticipa una bonanza económica en los negocios de este tipo que han sido fuertemente golpeados durante la pandemia.

“No lo anticipamos porque todavía muchos restaurantes se mantienen cerrados y seguimos teniendo una escasez de mano de obra”, dijo el líder empresarial que ha calculado en miles los puestos de trabajo disponibles.