Durante la pandemia de COVID-19 el uso de la telemedicina incrementó notablemente, gracias a las reglas flexibles destinadas a preservar el acceso a la atención durante la emergencia de salud pública. Algunos de estos cambios se han consolidado como permanentes, otras medidas, como la posibilidad de que los pacientes de Medicare reciban atención médica desde sus hogares o utilicen llamadas de audio para ciertos servicios, podrían ser revertidas al finalizar el año.

Aunque los legisladores han expresado un respaldo bipartidista a estas medidas flexibles, aún subsisten algunas incertidumbres sobre los costos, la calidad y el acceso. Durante una audiencia del subcomité de la Cámara celebrada a principios de este mes, los miembros y los testigos debatieron sobre qué tipos de atención son más adecuados para la telemedicina, cómo determinar la compensación adecuada para los proveedores por los servicios virtuales y cómo garantizar que los pacientes no pierdan el acceso a las opciones de atención en persona.

En el último estudio del tema, los autores del estudio indicaron que su objetivo principal era abordar algunas inquietudes planteadas por los políticos responsables. Para llevar a cabo la investigación, asignaron pacientes de Medicare a diferentes sistemas de salud en función de sus patrones de atención en 2019 y luego dividieron a estos proveedores en categorías de alto y bajo uso de telemedicina según su implementación en 2020.

Posteriormente, analizaron los resultados obtenidos durante los años 2021 y 2022. Durante el período posterior a la pandemia, se observó que los pacientes en sistemas de salud ubicados en el cuartil superior en términos de uso de telemedicina experimentaron un aumento de 0.21 visitas ambulatorias por paciente por año. Además, se registró una reducción de 14.4 visitas anuales a los departamentos de emergencia no relacionadas con COVID por cada 1,000 pacientes por año, junto con un aumento de $248 en el gasto por paciente por año. Los investigadores encontraron que este aumento en el gasto estuvo principalmente impulsado por las admisiones hospitalarias y los costos farmacéuticos, pero fue compensado por las disminuciones en el gasto hospitalario ambulatorio.

Además, los pacientes en sistemas de salud con un alto uso de telemedicina demostraron una mayor adherencia a medicamentos como la metformina y estatinas. Los investigadores señalaron que el aumento relativamente modesto en las visitas ambulatorias fue sorprendente y sugirieron que los proveedores en sistemas de salud con altos niveles de adopción de telemedicina podrían haber tenido una capacidad limitada para proporcionar más visitas, o podría haber una menor demanda debido a problemas tecnológicos o preocupaciones sobre la calidad del servicio.”En el futuro, será importante continuar monitoreando el impacto de la telemedicina en la calidad y el gasto”, escribieron los autores del estudio. “Los efectos de la telemedicina en la calidad y el gasto podrían cambiar a medida que la tecnología mejore, los sistemas de salud optimicen los servicios de telemedicina o crezca la demanda de los pacientes”.

Fuente: HealthcareDive