Durante el transcurso de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, el primer mandatario del país, Donald Trump, expresó sus intenciones de decidir los resultados de las elecciones en el Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Luego de expresar sus intenciones, surgieron ciertas limitaciones para conseguirlo, según Associated Press.

Desde el comienzo de las elecciones, Trump presentó las intenciones de una intervención de parte del Tribunal Supremo, destacando su intervención en las elecciones del 2000. El Tribunal Supremo en el 2000, decidió las elecciones donde fue electo el ex-presidente del país, George W. Bush, con una decisión de 5-4, la cual se entiende dividió a los jueces de ideologías “liberales“ y conservadoras grandemente.

Actualmente, el Tribunal Supremo cuenta con seis jueces de ideología conservadora, incluso, tres de ellos fueron nominados por Trump. Aunque los jueces parecerían poder favorecer a Trump por sus ideologías, el camino hacia la corte máxima del país será uno largo.  

El primer mandatario tiene la intención de alcanzar el Tribunal Supremo, no obstante, el precedente establecido por Bush no le favorece. En el caso de Trump, se busca el recuento de votos en estados claves, pero esto le podría costar la presidencia, contrario a Bush, quien fue a la corte para detener un proceso de recuento.

De parte del Tribunal Supremo, se han presentado intenciones de distanciarse del asunto, el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, expresó que no querrá que la decisión sobre las elecciones se reduzca tanto a él como sus colegas. Roberts, quien fue abogado del ex-presidente Bush en el caso del 2000, prefiere distanciar a la corte de asuntos políticos.

Aún así, no se tiene claro cuales serían los conflictos legales que provocarían al Tribunal Supremo a intervenir. Por su parte, Trump ha denunciado un presunto fraude, y su equipo de campaña ha radicado demandas para solucionar la disputa, pero han sido descartadas por los tribunales.

A través de su cuenta de Twitter, el incumbente expresó: “Iremos a la Corte Suprema de Estados Unidos; queremos que se detenga la votación“. Además, el pasado jueves, cuando Biden se acercó a los 270 votos del Colegio Electoral, Trump planteó: “Va a terminar, tal vez, en el tribunal más alto del país, ya veremos”. En Twitter también instó, “¡La Corte Suprema de los Estados Unidos debería decidir!“

Solo un caso ha alcanzado la corte suprema, el mismo se formuló a petición del partido republicano para evitar la validez de votos recibidos luego del día estipulado para las elecciones, en el estado clave de Pensilvania. Sin embargo, el escrutinio de los votos o descartarlos no se ve clave en decidir el ganador del estado.

Por el momento, las demandas no han alcanzado a ser de gran escala, por lo que se entiende que no afectarán el resultado de los votos. A pesar de esto, Trump se sostuvo en sus avances legales durante el proceso de elecciones. Por lo contrario, Biden llamó las expresiones y avances legales de Trump, una estrategia política.

Luego de los resultados de hoy, Biden resultaría favorecido por los votos del colegio electoral, según proyecciones, ayudándole a alcanzar 284 votos, cuando con 270 resulta favorecido. Por el contrario, Trump no ha tomado esos resultados en serio y continúa impulsando un proceso que vincule el resultado de las elecciones con el Tribunal Supremo.

El primer mandatario de los Estados Unidos expresó mediante su página de Twitter: “¡GANÉ ESTA ELECCIÓN, POR MUCHO!“

El actual presidente de los Estados Unidos se ha mostrado en desacuerdo con los resultados electorales, de hecho, aún no los acepta.