Las tropas ucranianas continúan presionando a las fuerzas rusas que se encuentran en retirada de la región de Kharkiv en el noreste del país. La contraofensiva ucraniana ya ha producido grandes avances y un duro golpe militar al prestigio de Moscú.  El lunes por la noche, el presidente Volodymyr Zelenskyy dijo que sus tropas habían recuperado más de 6,000 kilómetros cuadrados (2,300 millas cuadradas), un área de más del doble del tamaño de Luxemburgo, en cuestión de semanas y que dicho movimiento continúa. También surgen afirmaciones de la guardia fronteriza de Ucrania que afirma que el ejército  tomó control de Vovchansk, una ciudad a solo 3 kilómetros (2 millas) de la frontera con Rusia y que Moscú controló desde el primer día de la guerra. 

Informes sometidos sobre la retirada apuntan a un caos en las tropas rusas que incluye rendiciones en masa, y abandono de equipo militar.  Los funcionarios de Ucrania han dicho que han capturado a tantos soldados que están luchando por albergarlos. 

Por su parte, la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, dijo que Kyiv está tratando de persuadir a más soldados rusos para que se rindan, lanzando proyectiles llenos de panfletos antes de su avance.

El Kremlin continúa buscando responder a la derrota que solo se ha limitado a describirla como una “reagrupación de tropas” y no una retirada. El martes temprano, fue bombardeada  la ciudad de Lozova en la región de Kharkiv, matando a tres personas e hiriendo a nueve, dijo el gobernador regional Oleh Syniehubov. Asimismo, Moscú se enfocó en atacar instalaciones eléctricas en la región, lo que Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, describió como un acto desesperado. “Esta es una señal de la desesperación de quienes idearon esta guerra. Así es como reaccionan ante la derrota de las fuerzas rusas en la región de Kharkiv. No pueden hacerles nada a nuestros héroes en el campo de batalla”, afirmó el mandatario.