El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto el lunes para revivir un premio de la era soviética conocido como “Madre Heroína” otorgado a mujeres que tuviesen 10 hijos o más. La iniciativa aparenta ser un intento de aliviar la crisis demográfica que afronta el país.

El premio fue introducido por Joseph Stalin luego de la Segunda Guerra Mundial, en un momento en que la población de la Unión Soviética se  había desplomado en decenas de millones. Sin embargo, con la caída de la Unión en 1991, el premio se detuvo. 

Ahora, con su instauración, el gobierno ruso entregará un millón de rublos o aproximadamente 16,500 dólares a las madres rusas una vez su décimo hijo cumpla un año, si todos los hijos han sobrevivido.

Según estadísticas de Rosstat, publicadas este verano, la población de Rusia se ha reducido un promedio de 86 mil personas por mes entre enero y mayo. 

Además, Rusia ha sufrido grandes pérdidas tras la guerra en Ucrania y aunque las cifras oficiales no se han publicado, se cree que sobrepasan los 43 mil los soldados rusos muertos en el conflicto.

Mientras tanto, se estima que 75,300 inmigrantes han abandonado el país. Algunos ciudadanos están huyendo del país a la luz de la guerra de Ucrania y la represión política interna.

El interés de los rusos por el tema de la “emigración” en Google también se cuadruplicó entre mediados de febrero y principios de marzo. Las búsquedas en torno a “visado de viaje” casi se duplicaron, y para el equivalente ruso de “asilo político” la cifra se multiplicó por cinco. 

En un intento por aliviar la crisis demográfica del país, el Kremlin también se ha centrado en promover los valores tradicionales. El presidente ruso comúnmente utiliza sus discursos para resaltar la importancia de tener una familia y de conservar los valores tradicionales de la nación.